La noche era desapacible y con amenaza de agua, pero eso no impidió que los cofrades de Nuestra Madre salieran en procesión por las calles del Perdigón, eso si la Directiva decidió hacer la mitad del recorrido como medida de precaución. Abría la procesión la joven banda de cornetas y tambores de la Cofradía, seguidamente el estrenado barandales y la Cruz guía también de nueva incorporación. Al llegar a la Iglesia el Cristo del Amparo y la Virgen se hacían la reverencia justo un momento antes de que empezara a lloviznar, por lo cual el canto de la Salve se hizo en el interior del templo. Gracias a todos los que ayudáis para que el desfile sea mas digno y a todos en general por vuestra participación. El Presidente.
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